A partir de ahora, un blog  
 

En este apartado guardo, por si alguien tiene curiosidad,  la serie histórica de noticias  que fui recogiendo hasta el año 2006 (por lo que ya tienen mucho más de historia que de noticias...) Para recoger las noticias de aquí en adelante he abierto un blog, que no es algo que en principio me tire mucho, pero qué se le va a hacer, resulta más ágil:

http://lorenzo-silva.blogspot.com

 

"La reina sin espejo", ya en librerías
   

Bevilacqua y Chamorro contraatacan... Ésta es la cubierta. Pinchando en ella, más información sobre el libro...

 

 

 
  Y también en Francia...  
   

Con la que allí toca, La niebla y  la doncella (o lo que es lo mismo, La jeune fille et la brume). Aprovecho para reiterar mi gratitud a los franceses por su interés y generosidad con mis picoletos. Pinchando en la imagen, más información.

 

 

 

 
  ¿Para cuándo lo próximo de Chamorro y Bevilacqua?    
   

Pocas semanas después de que saliera la tercera novela, La niebla y la doncella, ya había recibido bastantes mensajes preguntándome para cuándo la próxima. Ante todo, debo mostrar mi gratitud por ese interés, que como escritor me halaga, y sobre todo me reconforta, tanto como podáis imaginar. Pues bien, ya se puede leer la cuarta novela de Chamorro y Bevilacqua, La reina sin espejo. La quinta (que por increíble que parezca, ya me demandaban en varios e-mails ¡tres días después de salir la cuarta!) esperará al menos dos o tres añitos, que a un servidor ahora le toca escribir otras cosas, y a los guardias recargar pilas. Mientras tanto, Booket ha sacado en bolsillo el libro de relatos y en edición ultraeconómica El alquimista impaciente. Las portadas, las que veis ahí abajo.

 

             

 

 
  Nuevos libros en bolsillo  
   

En los primeros meses de 2005 han salido en la colección de bolsillo de Booket otros dos libros. El primero no es estrictamente una novedad, se trata de una nueva edición de El alquimista impaciente dentro de la colección de crimen y misterio (o "etiqueta negra"). El segundo es Carta Blanca, que celebro que pueda encontrarse por menos de los 21 euros que costaba en tapa dura, un precio que sé que a algunos les hizo la inversión prohibitiva. Arreglado pues el entuerto, aquí vale mucho menos y la edición no está nada mal.

 

                

 

 
  "Líneas de sombra", reportajes y reflexiones sobre policías y criminales  
   

En abril de 2005 salió a la venta, publicado por Destino, Líneas de sombra, un libro que recoge once reportajes sobre criminales y policías, de temática bastante variada (del homicidio al secuestro, del terrorismo islámico al etarra, de los guardias que vigilan el Estrecho a la vida de Juan José Moreno Cuenca, alias El Vaquilla). Completan el volumen una serie de reflexiones de corte más o menos ensayístico sobre el género negro y sus aledaños, incluido un texto inédito sobre la génesis y el método de creación (llamémoslo así) de las historias de Chamorro y Bevilacqua.

 

 

 
  Chamorro y Bevilacqua, a la tele y libro de cuentos  
   

Como ya voy estando resignado (es una resignación gozosa, no me quejo) a que sobre todo se me pregunte por ellos, anoto dos novedades que tienen que ver con Chamorro y Bevilacqua, los dos sabuesos beneméritos (apodo inventado por Mitxel Ezquiaga) que tantas alegrías nos han dado (quiero suponer) a quienes aquí nos encontramos. La primera novedad es que la productora Tesauro ha adquirido una opción sobre los derechos para llevar a la televisión (sí, a la televisión, esa caja donde normalmente salen ahora otras cosas) las aventuras de la pareja. El diseño de producción es ambicioso y elegante (por eso he prestado mi consentimiento). A ver si la cosa llega a buen puerto, porque sería una novedad en el panorama televisivo. En cuanto a la otra novedad: en noviembre de 2004 apareció Nadie vale más que otro. Cuatro asuntos de Bevilacqua, un libro con cuatro relatos de Bevilacqua (tres ya conocidos y uno rigurosamente inédito, Un asunto vecinal). Lo publica, como es habitual, Ediciones Destino.

 

 
  Al libro barato, barato  
   

Quien me conoce ya sabe de mi satisfacción por encontrar mis títulos en libros baratos, que cualquiera pueda comprarse. Pues ahora pueden sumar dos más: El nombre de los nuestros, que salió en una colección de quiosco, y La flaqueza del bolchevique, que Booket casi regala a 4,95 euros en una colección para el verano que se anuncia con el lema (del que prometo que soy inocente) "El tamaño sí importa". Bueno, lemas aparte, ahí están, y me alegro. Ah, y la edición de bolsillo de La niebla y la doncella, que permite ahorrarse una pasta sobre la anterior.

 

                       

 
  "Carta blanca", Premio Primavera 2004  
   

El año 2004 no comenzó mal. Carta blanca, una novela ambientada en los años 20 y 30, entre la Guerra de Marruecos y la Guerra Civil, recibió el Premio Primavera 2004, del que quedó finalista La edad secreta, de Eugenia Rico (imposible imaginar mejor compañía, y nunca me ha dolido tanto pensar que al ganar yo un premio lo estaba perdiendo otro escritor, porque creo que Eugenia es de las mejores). El jurado (formado por Ana María Matute, Antonio Soler, Ángel Basanta, Ramón Pernas y Pilar Cortés) tomó la decisión de distinguir a ambas novelas por unanimidad, y sólo puedo darles las gracias por la generosidad y la valentía. Porque ésta es una historia dura y extrema, nada que ver con la literatura light  de exploración ensimismada de leves insatisfacciones vitales que tanta fortuna hace por ahí, y que según algunos es lo que desea leer ese lector/a promedio en el que creo que un escritor haría bien en no pensar jamás, aunque otros lo hagan. Para mí no existe el lector promedio. Existes tú, que lees esto, y espero que esta historia, si la lees, te diga cosas, te sacuda y te arrastre. El resto, es perder el tiempo.

 

 
  "La puerta de los vientos", narradores marroquíes contemporáneos  
   

A partir de ahora, a las muchas cosas que la vida me ha dejado (o me ha impuesto) ser, puedo añadir otra: antólogo. Junto a Marta Cerezales y Miguel Ángel Moreta, he tenido la satisfacción de montar y ver publicada, gracias a la valerosa apuesta de Ediciones Destino, La puerta de los vientos, una antología de narradores marroquíes contemporáneos que permitirá al lector acercarse a escritores del talento de Abdelfattah Kilito o Ahmed Ararou, e incluso descubrir a nuevos y jóvenes escritores como Hamid el Ouarrad, inédito hasta este libro. Junto a ellos, puede encontrarse aquí, y merece de veras la pena, el trabajo de Mohamed Toufali, Mohamed Akalay, Karima Aomar Toufali, Mohamed Bouissef, Ahmed el Gamoun, Larbi el Harti, Mohamed Lahchiri, Mohamed Lemrini el-Ouahabbi, Mohamed Messari, Mohamed Sibari, Oumama Aouad, Ahmed Bouzfour y Rabia Rayhan. Y una curiosidad: de los 16 autores recogidos en la antología, a 13 no ha habido que traducirlos, escriben originalmente en español. Hagan el ejercicio de conocer un poco mejor Marruecos del mejor modo posible: escuchando y leyendo a los propios marroquíes.

 

 
  "El déspota adolescente", un libro de relatos  
   

Al final (y en buena parte gracias a vosotros, los que los leisteis aquí y me animasteis) me he decidido a reunir algunos relatos en un libro. Se llama El déspota adolescente y lo publicó Destino en octubre de 2003. Algunos de los relatos que contiene los podéis leer ya en la Zona Desdinerizada. Otros no. Pero bueno, si podéis estiraros y dejaros unos pocos euros (no muchos), creo que el libro como objeto merece la pena. Tiene (a mi juicio) una bonita portada y una esmerada edición. Y reúne el fruto (incompleto, pero selecto) de catorce años de trabajo dentro del relato breve de alguien que, ya lo sabéis, se considera un poco intruso en ese género. Aunque sólo sea por la rareza, puede tener su interés. El título dice mucho del contenido. En todos los relatos, de una forma u otra, los personajes establecen una relación (problemática, pero apasionada), con eso que se nos vuela a todos: la juventud.

 

 
  "Los amores lunáticos", última novela juvenil  
 

 

En marzo de 2003 vio la luz en la colección Espacio Abierto, de Anaya, una nueva novela juvenil. Se llama Los amores lunáticos, y es la historia de un chaval de Carabanchel que tiene la mala fortuna de enamorarse a la vez de dos mujeres inadecuadas: su profesora de literatura y la más esquiva y enigmática repetidora de su instituto. El hombre lo pasa mal, porque ninguna de las dos le hace ni puñetero caso, pero también acaba disfrutando a su modo, e incluso desquitándose de sus fracasos de una manera peculiar. Con ella y con Los vampiros no creen en Flanagans, de Andreu Martín y Jaume Ribera, y Dos en una, de Martín Casariego, la colección Espacio Abierto, de Anaya, llega a su número 100. Algo por lo que felicitar, sobre todo, a su editora: Norma Sturniolo.

 

 
  Publicaciones en bolsillo  
 

 

Tras la publicación de El lejano país de los estanques en DeBolsillo y Noviembre sin violetas en Destinolibro, apareció en noviembre de 2000 La flaqueza del bolchevique (también en Destinolibro). En 2001 Booket publica en el mismo formato El alquimista impaciente y aparece en Destinolibro una nueva edición de bolsillo del El lejano país de los estanques. En 2002, Booket incluye en su catálogo La isla del fin de la suerte y El nombre de los nuestros. A comienzos de 2003 apareció también en Booket El lejano país de los estanques y a mediados de año le tocó el turno a la primera de todas, la para mí entrañable Noviembre sin violetas (ver abajo la bonita cubierta retro con que aparece). En otoño de 2003, de nuevo en Booket, sal La flaqueza del bolchevique, y hacia principios de 2004, El ángel oculto y (también en bolsillo pero tapa dura) La niebla y la doncella. En marzo de 2004, la edición, también en Booket, de La sustancia interior, cuya portada puede verse abajo). Cada vez son más, por tanto, los libros que pueden adquirirse a precios asequibles. Muy asequibles, de hecho, si se compara con lo que cuesta la entrada de un partido de fútbol o cada litro de gasolina de los que quemamos a millones todos los días en nuestras sufridas ciudades.

 
  El honor de prologar  
   

La fortuna me ha concedido el honor de redactar el prólogo de las últimas ediciones de dos de las novelas en castellano del siglo XX que más me han impresionado como lector, debidas a la pluma de dos hombres a quienes considero en primera fila de los escritores en nuestra lengua. En agosto de 2001, en la colección "Millenium II", que patrocina El Mundo, apareció Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sabato. En septiembre, en la colección "Clásicos Contemporáneos Comentados", de Destino, vio la luz, en el centenario del nacimiento de su autor, Imán, de Ramón J. Sender. En el primer caso el prólogo es de apenas tres páginas; en el segundo se trata de una introducción mucho más extensa. Debo expresar mi agradecimiento, en cualquier caso, a los respectivos editores por dejarme estar ahí. Y a quienes no las hayáis leído, un consejo: no os las perdáis. Naturalmente, no lo digo por el prólogo...

 

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  Traducciones  
 

 

JC Lattès se adelantó a contratar los derechos para la traducción al francés de El alquimista impaciente (Dominique Lepreux, la traductora que se ocupó estupendamente de El lejano país de los estanques, ha preparado la versión francesa del libro, que apareció en abril de 2002 en las librerías). A ella se sumaron Passigli, para traducirla al italiano (la traductora Roberta Bovaia realizó la magnífica versión que vio la luz en 2002 en ese idioma, así como la de La niebla y la doncella, aparecida a finales de 2003), y Synchroni Orizontes, con la intención de publicarla en griego. Estos dos editores tienen también previsto publicar en sus respectivos países El lejano país de los estanques y La flaqueza del bolchevique. En la Feria de Frankfurt 2001 se cerró la traducción alemana de las dos novelas de Chamorro y Bevilacqua, que publicará Goldmann (del grupo Bertelsmann). La traductora Claudia Wuttke ya concluyó la traducción de El lejano país de los estanques que salió en enero de 2004 en Alemania con el título Tödlicher Strand (ver abajo la portada con que se publicó) y está rematando la de El alquimista impaciente. Por su parte, Alejandra Carrasco se ocupó la versión francesa de El nombre de los nuestros (que publicó Fayard en otoño 2003) y Dominique Lepreux tras realizar la de La flaqueza del bolchevique, ultima la de La niebla y la doncella, que saldrá también próximamente bajo el sello de JC Lattès. Por último, la editorial de San Petersburgo Symposium reeditó la traducción rusa que hizo Ludmila Sinianskaia de La flaqueza del bolchevique (ver portada abajo).

           

 
  "Rif, la historia robada", un documental sobre Marruecos  
 

 

Junto a los cineastas Manu Horrillo (2 Goyas, por los efectos especiales de El día de la bestia y Nadie conoce a nadie) y Benito Zambrano (Goya y muchos premios más por Solas) andamos preparando un documental sobre el desastre de Annual y la Guerra de Marruecos. La idea es reunir las imágenes de la época con imágenes actuales del Rif y Melilla, testimonios de supervivientes, historiadores y gentes interesadas en el asunto, para tratar de reintegrar a la memoria colectiva, a través del cine, lo que el olvido se ha tragado de aquella triste aventura colonial (que para la generalidad de los españoles, es mucho o casi todo). El proyecto ha recibido el respaldo de El Mundo Televisión y la productora Maestranza y está en fase de preproducción con idea de rodar en Marruecos en el verano de 2005. El título provisional del documental es Rif, la historia robada. En el guión (ya terminado en su primera versión) he podido trabajar con el director y guionista Felipe Vega. Un lujo añadido para este proyecto ilusionante.

 
  Adaptación teatral de "La flaqueza del bolchevique"  
   

Cristina Elso y Adolfo Fernández (el agente de las patillas blancas de la serie Policías, supongo que eso os sitúa a casi todos), a través de su compañía K Audiovisual, han adquirido los derechos para la adaptación teatral de La flaqueza del bolchevique. La adaptación correrá a cargo de David Álvarez, que, por lo que hasta ahora sé, ha diseñado una hermosa travesía escénica a partir de la novela, respetando su esencia y muchos de sus pasajes y con interesantes innovaciones. Es una buena noticia para mí, que coqueteé con el teatro en mi juventud, y que siempre he pensado que desde un escenario se puede, si se sabe, hacer vivir una historia y a unos personajes con una intensidad extraordinaria. Y también es una suerte para la historia, que después de saltar al cine (ver noticia más abajo) ahora llega al teatro. Sin duda, se trata de una novela afortunada.

 
  Vive la France!  
   

Como casi todos los españoles, he de confesar que nunca he sido rendidamente francófilo. Sin embargo, esto está cambiando irremediablemente. Después de que JC Lattès publicara las traducciones de El lejano país de los estanques (Une femme suspendue, que vendió la nada desdeñable cifra de 10.000 ejemplares) y El alquimista impaciente (L'alchimiste impatient), debidas al buen hacer de la traductora Dominique Lepreux, puedo informaros de que otros tres libros han aparecido o aparecerán próximamente en el país vecino. Fayard puso a la venta el 2 de septiembre del 2003 El nombre de los nuestros (traducida por Alejandra Carrasco, bajo el título Au nom des nôtres), y JC Lattès, que publicó en octubre de 2004 La flaqueza del bolchevique, (de nuevo con la traducción de Dominique Lepreux) compró también los derechos de la tercera novela de Bevilacqua y Chamorro, La niebla y la doncella. Así que Vive la France!

              

 
La "Trilogía de Getafe"
 

Con la publicación de La lluvia de París en noviembre de 2000, se cerraba el ciclo de novelas juveniles de la Trilogía de Getafe, compuesta por los siguientes títulos: Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia, El cazador del desierto y La lluvia de París. Si Paul Auster hace una de Nueva York, que es ese lugar de advenedizos donde él vive, por qué no hacer otra en Getafe, una ciudad con mucha más solera (la fundaron los musulmanes varios siglos antes de que en Manhattan levantaran la primera viga).

Bevilacqua y Chamorro van al cine
 

Chamorro y Bevilacqua saltaron ya a la pantalla grande:  El alquimista impaciente se ha convertido en película, en coproducción de Tornasol Films, Continental Producciones y Cartel, con guión y dirección de Patricia Ferreira (la directora de Sé quién eres). Se estrenó en toda España el 17 de mayo de 2002, con muy buena acogida de crítica y de público (en su primer fin de semana se metió entre las 10 más taquilleras, única película no ya europea, sino española, que lo consiguió). El reparto cuenta con Ingrid Rubio y Roberto Enríquez como Chamorro y Bevilacqua, acompañados por un plantel de secundarios de auténtico lujo: Miguel Ángel Solá, Adriana Ozores, Chete Lera, Jordi Dauder, Mariana Santángelo... Merece la pena, de veras.

En cuanto a la otra novela de estos dos personajes, El lejano país de los estanques, después de frustrarse una primera tentativa de adaptación al cine, existen ahora perspectivas más que esperanzadoras de que finalmente se lleve también a la pantalla. Los derechos han sido adquiridos a comienzos de 2003 por Continental Producciones y Tornasol Films, que después de asumir la responsabilidad de llevar a la pantalla El alquimista impaciente, trabajan ya en hacer lo propio con la primera aventura de la pareja. Por lo pronto, el guión lo está escribiendo Luis Marías, uno de los mejores guionistas españoles (Goya por el de Mensaka y también director con la más que interesante X). Seguiremos informando...   

Roberto Enríquez e Ingrid Rubio, Bevilacqua y Chamorro en la pantalla.

"La flaqueza del bolchevique" también
 

Con producción de José Antonio Romero para Rioja Audiovisual, y dirigida por Manuel Martín Cuenca (autor del premiado cortometraje Nadie y de El juego de Cuba,  largometraje documental sobre el béisbol en Cuba, ganador del primer premio de su categoría en el Festival de Cine de Málaga 2001). Cuenta con un guión escrito a cuatro manos entre éste y el propio autor, y en el reparto, la baza de un magnífico actor en pleno ascenso, Luis Tosar, y una sorprendente debutante, María Valverde. Junto a ellos, actores de la talla de Jordi Dauder, Rubén Ochandiano, Mar Regueras, Enriqueta Carballeira, y muchos otros no menos solventes. El rodaje se desarrolló en Madrid entre noviembre y diciembre de 2002. Distribuida por United International Pictures, llegó a las pantallas de toda España el 31 de octubre de 2003. El estreno absoluto fue el 21 de septiembre en el festival de San Sebastián, para el que estuvo seleccionada dentro de la sección oficial Zabaltegi. La película tuvo un gran éxito de crítica (la pusieron bien hasta en Le Monde) y entre el público selecto (vamos, que podrían haber sido más) que fue a verla (cuatro meses en pantalla). En enero de 2004 obtuvo el Premio del Público del festival de Angers y en marzo el del Público Joven del festival de Annecy. Su protagonista femenina obtuvo el Goya a la Mejor Actriz Revelación de 2003 y los guionistas (Manuel Martín Cuenca y un servidor) estuvieron nominados para el Goya al Mejor Guión Adaptado que al final se llevó Isabel Coixet por Mi vida sin mí. Enhorabuena, Isabel.

 

Luis Tosar y María Valverde, los protagonistas de la película.

  Y "La sustancia interior", también al cine  
   

Al menos, ése es el ambicioso proyecto que ha echado a rodar la misma productora de La flaqueza del bolchevique, Rioja Audiovisual. La versión cinematográfica de la novela se plantea como una película de gran envergadura, que para iniciar su camino ya comienza desde lo más alto: nada menos que Rafael Azcona ha realizado un primer tratamiento previo al guión. No puedo ocultar que me haría una ilusión enorme que algo tan audaz llegara a puerto. Crucemos los dedos.

 

 
2001: un año marroquí
 

En el año 2001 vieron la luz en Ediciones Destino dos libros en los que Marruecos juega un papel protagonista. El primero, ya publicado, es El nombre de los nuestros, una novela ambientada en la guerra de Marruecos de 1921-1927, en la que un puñado de personajes sufre en carne propia el disparate y el horror de una contienda equivocada e injusta (si es que alguna no lo es). Un episodio del pasado, pero a la vez un símbolo de esa incomprensión fatal que el orgulloso occidente al que pertenecemos practica con todos los que quedan fuera del perímetro de sus fronteras. En septiembre, con alguna antelación sobre el plan editorial inicial, ante el gran interés despertado por El nombre de los nuestros (me alegra poder decir que muchos lectores se han puesto en contacto conmigo para preguntarme dónde pueden encontrar más información sobre Marruecos y sobre los hechos históricos que inspiran la novela), vio la luz Del Rif al Yebala, subtitulado como un "Viaje al sueño y la pesadilla de Marruecos". Se trata de una mezcla de libro de viajes y ensayo histórico (sin pretensiones de erudición), sobre el Marruecos de hoy y de ayer y su relación íntima y nunca resuelta con España.

La generación de los 60 viene empujando
 

El año 2000 registró toda una ofensiva de los escritores españoles nacidos alrededor de la década de los 60, año arriba o abajo, con títulos que conviene anotar. Algunos son ya conocidos, como Juan Manuel de Prada (Las esquinas del aire), o como Juan Bonilla, que en La noche del Skylab continuó demostrando que es un maestro consumado de la narración corta. Pero anden atentos, porque hay más. El sobrecogedor Museo de la soledad, de Carlos Castán; el desternillante La taberna de los 3 monos, de Juan Bas; el sorprendentemente hondo ¿Quién se ha meado en mi cama?, de Antonio Álamo; el demoledor Ventajas de viajar en tren, de Antonio Orejudo; Sangre, la primera novela de la elegante y siempre aguda Mercedes Abad, ya conocida por su dominio del relato breve; Era tan bella, hermosa historia de amor a cargo del andaluz Francisco Peregil; La caverna de las ideas, singular intriga ambientada en la Atenas de Platón y debida al ingenio de José Carlos Somoza; o el descarado y subversivo Vías de extinción, de Ángela Vallvey. Más joven aún es Óscar Esquivias (El suelo bendito, Premio Ateneo Joven 2000),  pero si le sumamos a la lista observaremos que los cascarrabias que dicen que detrás no viene nadie tienen un problema principal: no leen, o no leen lo que deben. 

2001, que comenzó con el premio Nadal para la absorbente y generosa novela de Fernando Marías, El Niño de los coroneles, ratificó la tendencia. El año registró otros títulos más que interesantes, como la asombrosa y divertida Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, del catalán Pablo Tusset; Lo real, de la sólida y siempre ambiciosa escritora Belén Gopegui; Discothèque, del contundente y sabio narrador aragonés Félix Romeo; o Soldados de Salamina, original recreación de un episodio real a cargo de Javier Cercas. A propósito de estos tres últimos títulos, bien puede saludarse el regreso de la literatura española al mundo real, tras algunos años de excursiones excesivas por hiperespacios más bien nimios o inexistentes.

Y 2002 sigu deparándonos buenas noticias, comenzando con el Premio Nadal para otra autora de la generación, Ángela Vallvey, con su estupendo fresco sobre el desconcierto posmoderno Los estados carenciales, y el Azorín para Eugenia Rico (algo más joven, de 1972), con la emocionante elegía novelada La muerte blanca. Por su parte, Juan Bas volv a la carga con uno de los libros que más le han hecho reír al que suscribe en mucho tiempo: Alacranes en su tinta. Y en 2004 se descolgó con La cuenta atrás, una también a ratos desopilante, y en general humanísima y conmovedora, visión del mundo del boxeo a través de un antihéroe que recuerda al infortunado Urtain.

Más literatura joven
 

En 2001 se publicó un buen puñado de libros interesantes de autores jóvenes. Destaco, entre los que he podido leer: Lo improbable, de Julián Rodríguez Marcos; Por eso envejecemos tan deprisa, de Begoña Huertas; Risas enlatadas, de Javier Calvo; Palabras de madera, de Tomás Val; Bueyes y rosas dormían, de Cristina Sánchez Andrade; y la flamante ganadora del premio Ojo Crítico 2001 (de cuyo jurado es un orgullo haber sido miembro en esta edición), Marta Sanz con su novela Los mejores tiempos. Son libros muy diferentes: poético, escueto y ceñido el de Rodríguez Marcos; tierno e irónico el de Huertas; mítico y telúrico el de Val; descacharrante e irreverente el de Calvo; alegórico y onírico el de Sánchez Andrade; realista y crítico el de Marta Sanz. El hecho es que aquí hay libros para todos los gustos, sin necesidad de recurrir a lo de siempre.

Y otra novela recomendable: Tarzán en Acapulco, de Marcos Ordóñez. Una historia fresca, enternecedora e ingeniosa.

"La isla del fin de la suerte": una novela compartida
 

Desde mediados de mayo hasta finales de julio de 2001, pudo asistirse a un peculiar experimento. Siempre he sostenido que el escritor debe acatar la soberanía del lector, y que el novelista responde, por encima de todo, ante aquellas personas con quienes se comunica a través de sus historias. Lo demás es hojarasca, prescindible. Pues bien, me parecía que había llegado el momento de demostrarlo. Para ello, y con el concurso de la Red, me embarqué en construir una novela otorgando voz, voto y decisión a quienes la leyeran. Fueron los lectores quienes decidieron, incluso, el final. Así surgió La isla del fin de la suerte, una novela compartida en la que con ayuda de unos cuantos miles de amigos, hicimos una traviesa parodia de la novela policiaca à la Agatha Christie. Con víctima, detective y asesino elegidos por los lectores. La aventura contó con el patrocinio, el apoyo logístico y el impulso ilusionado del equipo de Círculo Digital, la sección electrónica de Círculo de Lectores. Mi agradecimiento desde aquí a la magnífica gente de ese equipo, porque no regatearon esfuerzos para lograr que la aventura saliera lo mejor posible. Y mi agradecimiento, por supuesto, a los lectores.

¡Enhorabuena, Blanca!
 

Blanca Riestra (para quienes no la conozcáis, una persona adorable y una interesantísima escritora, podéis comprobar lo segundo leyendo Anatol y dos más, publicada por Anagrama) se alzó con el Premio Ateneo Joven de Sevilla 2001, con La canción de las cerezas. La novela la publicó Algaida. Os aconsejo que no os la perdáis. Blanca es buena amiga, no lo voy a esconder, pero no la recomendaría si no me pareciera que la lectura os va a merecer la pena.

Otra enhorabuena para José Carlos
 

José Carlos Somoza, a quien debo agradecerle al Nadal del 2000 (una cosa más) que me lo descubriera como escritor y compañero, ganó el Premio Fernando Lara 2001, con Clara y la penumbra, una excelente y originalísima novela, totalmente recomendable, que sumó después el Premio Hammett 2002. Enhorabuena por ambos, José Carlos.

Vaya, pero todavía cuatro enhorabuenas más
 

A mi querida Rosa Regàs por ese primer Planetazo de 100 Kg. Ya que alguien se lo tenía que llevar, quién mejor que ella, una de las personas más bravas, inteligentes y generosas que he tenido la oportunidad de conocer en este mundo de la literatura. Que lo disfrutes, Rosa.

Y a mis no menos apreciadas Ángela Vallvey y Eugenia Rico, por llevarse el Nadal 2002 y el Azorín 2002. Qué bueno que los premios vayan a la gente que tiene talento.

Y a Lucía Etxebarria, por el Planeta de 2004. Quien nos haya leído a ambos sabe que vamos por caminos diferentes. Pero ya está bien de tomar siempre a la misma gente como pimpampum. Yo me alegro y deseo que lo disfrute.

  Pues otras cuatro, para rematar  
   

A Andrés Trapiello y David Torres, que con Los amigos del crimen perfecto y El gran silencio, dos novelas de corte más o menos policiaco (rabien los detractores del género) se proclamaron, respectivamente, ganador y finalista del Nadal 2003. Y a otra pareja de cuidado, Antonio Soler y Javier Puebla, que con sus novelas El camino de los ingleses y Sonríe Delgado, se impusieron en el Nadal 2004, del que puedo dar fe de que estuvo lleno de escritores interesantes por haber sido miembro del jurado. A Soler ya se le conoce, pero atentos a Puebla, un narrador nato y torrencial.  

 

 

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