Blog

22 diciembre, 2018

Regalo de Navidad / Entrevista a Chamorro

 

 

Como suele suceder, en las últimas semanas más de uno me ha preguntado cuándo vendrá la siguiente novela de Bevilacqua y Chamorro. No he tenido más remedio que darle al interesado o interesada una respuesta de esas que enfrían el entusiasmo, lo que no me hace sentir ningún orgullo, pero es lo que me toca para cumplir el compromiso contraído con ellos y conmigo de no exprimirlos como si de dos limones se tratara: en el año 2020. Es lo que hay, estoy además en otras cosas y me temo que no tiene remedio. Sin embargo, coincidiendo con estas fechas navideñas, y a petición de los Cuadernos de la Guardia Civil, puedo ofreceros algo para entretener la espera: una entrevista con Chamorro, con motivo del número especial de esa publicación dedicada a la conmemoración del trigésimo aniversario de la incorporación de la mujer al Cuerpo.

Es una rara ocasión para escuchar a la sargento primero por sí misma, sin la mediación como narrador interpuesto de su subteniente. Espero que sea un buen regalo de Navidad, y aprovecho para agradecer al equipo que elabora los Cuadernos la propuesta de hacer esta entrevista, que ha sido para mí un ejercicio muy instructivo. También a la comandante Silvia Gil y a dos compañeras suboficiales de Chamorro, Raquel y Carlota, por compartir sus experiencias y ayudarme a perfilar el ejercicio.

Así empieza la entrevista:

 

La cita es en una cafetería de aire moderno, ligeramente impersonal, tranquila y acogedora, en un barrio periférico de Madrid. La sargento primero Virginia Chamorro, destinada en el grupo de delitos contra las personas de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, llega puntual. Para ser más exactos, cinco minutos antes de la hora. Si el entrevistador no hubiera tomado la precaución de acudir un cuarto de hora antes, no la habría visto venir. Es una mujer desenvuelta y a la vez contenida, con aire de estar siempre alerta. Viste con ropa discreta y cómoda, cazadora y vaqueros, y lleva en bandolera un pequeño bolso. A sus cuarenta y cuatro años se la ve ágil y enérgica. Su aspecto es el de alguien que lo cuida, sin llegar al acicalamiento. No usa maquillaje y gasta una media melena algo rebelde. En seguida advierte la presencia del entrevistador en el local y se acerca con paso decidido, quizá con una cierta prevención también. Los que hacemos preguntas y anotamos las respuestas nunca somos del todo de fiar, y seguramente es bien consciente de ello. Tras las presentaciones de rigor y pedir que le traigan un café con leche —«la leche muy caliente, por favor» le encarece a la camarera que le toma el pedido—, entramos directamente en harina.

¿Le importa que empiece con una pregunta a bocajarro?

Usted verá.

¿Treinta años después de la llegada de la mujer a la Guardia Civil, ¿diría usted que en el Cuerpo hay igualdad con el varón?

No más que en la sociedad española en general.

Buena respuesta. ¿Tampoco menos?

Buena pregunta. La respuesta a eso es un poco más larga.

Por favor. Tengo tiempo. Y curiosidad.

Hay aspectos en los que sin ninguna duda hemos llegado a un grado de igualdad menor que en otros ámbitos sociales. Por empezar por algún lado: somos pocas, en proporción, y menos que las policías respecto del total de miembros del cuerpo de la Policía Nacional, sin ir más lejos, haciendo el mismo trabajo. No estaría de más preguntarse por qué sucede esto. Tampoco hay aún una mujer coronel, por ejemplo, lo que quiere decir que los mandos reservados a ese empleo, o superiores, todavía no los ejerce ninguna mujer. Digamos que esta es una desigualdad coyuntural, por razones históricas, ya que no ha pasado aún el tiempo necesario para que una mujer llegue a ese nivel. Pero hay desigualdades más estructurales, que tienen que ver en parte con desigualdades también estructurales en la sociedad, aunque entre las guardias civiles tienen un perfil particular.

¿Puede ponerme algún ejemplo?

No encontrará a muchas como yo.

Como usted, ¿en qué sentido?

De mi edad, y destinada en una unidad central, en labores de policía judicial e investigación. O lo que es lo mismo, y por decirlo de manera coloquial: en la calle y la carretera.

¿Y por qué no las hay?

Le diré mejor por qué estoy yo aquí: no he tenido hijos, ni a estas alturas forma ya parte de mi horizonte vital.

¿Ser madre es incompatible con su trabajo?

Hoy por hoy, sí.

 

Si queréis leerla entera, aquí tenéis el enlace al especial de Cuadernos de la Guardia Civil. Por cierto, si tenéis tiempo, merece la pena leerlo entero.

 

Feliz Navidad y un dadivoso 2019 para todos.

Actualidad - Bevilacqua y Chamorro
About Lorenzo Silva
4 Comentarios
  1. Sencillamente, eres un maestro Lorenzo. De parte de todos los que formamos Cuadernos de la Guardia Civil, estamos muy honrados de tu gran aportación para este número tan especial como el XXX aniversario de la incorporación de la mujer al Cuerpo que tenemos el orgullo de compartir con la ciudadanía.
    Reiteramos nuestro agradecimiento hacia ti, esperando el 2020 para poder disfutar de otra laboriosa investigación de nuestros ilustres compañer@s Vila y Chamorro.

  2. Nadie más hace comentarios??
    Pues me encara el regalo de Navidad aunque lo les usa entrado ya punto de finalizar febrero. Muchas gracias por la serie que sigo con avidez. Muchas gracias por escribir para nuestro deleite y por hacernos reflexionar con tus libros.

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *