El sultán desnudo

  1. El resumen del editor

    En el segundo volumen de la serie Vidas.zip, Lorenzo Silva vuelve a presentar su particular visión de la actualidad en forma de cuento corto. El sultán desnudo. Vidas.zip. Año II es una recopilación de las más de cincuenta historias que Silva escribió por segundo año consecutivo para la edición digital del diario El Mundo, en los meses que van desde la primavera del 2010 hasta la del 2011, conocida como la Primavera Árabe.

    Son relatos que nos hablan de un año en que el paro alcanzaba cotas alarmantes mientras la atención internacional se volvía hacia tumultuosas respuestas ciudadanas como la revuelta siria. A menudo narrados desde el punto de vista de los protagonistas de la noticia, ya sean mandatarios archiconocidos o personas humildes y anónimas, estos cuentos nos hablan también del impacto social de nuevas normas como la prohibición total de fumar en locales de restauración y de nuevas modas como el turismo británico de borrachera en la costa catalana.

    Y es que, como el propio Lorenzo Silva explica, «todas las historias están inspiradas en hechos y noticias reales. Algunas son fácilmente rastreables en las hemerotecas de ese periodo, otras quizá no tanto. En cualquier caso, prefiero prescindir de las notas a pie de página que pudieran contextualizar los relatos, y dejar que queden en lo que el tiempo, la memoria y el olvido hagan de ellos.»

  2. Un apunte del autor

    Estos 52 relatos continúan la serie vidas.zip, iniciada en 2009 en la web de elmundo.es. Abarcan desde la primavera del 2010 hasta la del 2011, la que sería conocida como Primavera Árabe. Varios de los relatos lidian con sus avatares y sus consecuencias, por lo que me pareció oportuno darle a este volumen el título de uno de ellos, que resulta simbólico, además, en otros muchos sentidos.

    Como es norma en este proyecto literario, del que representan la segunda cosecha, todas las historias están inspiradas en hechos y noticias reales. Algunas son fácilmente rastreables en las hemerotecas de ese periodo, otras quizá no tanto. En cualquier caso, prefiero prescindir de las notas a pie de página que pudieran contextualizar los relatos, y dejar que queden en lo que el tiempo, la memoria y el olvido hagan de ellos. Porque así vamos pasando y se nos va pasando la vida, de la que vienen a ser atisbos comprimidos.

  3. Comentarios

    Deja una Respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *