No importa cuánto corras o lo bien que hayas aprendido a esconderte: el pasado, ese depredador contumaz, impredecible y vertiginoso, siempre acaba alcanzándote y llamando a la puerta de tu escondrijo. Lo han aprendido a lo largo de la Historia héroes y villanos, monarcas y mendigos, ingenuos y astutos. No lo notamos, pero el pasado, mientras lo acumulamos, se carga de razones y de munición para abatirnos, esperando el momento en el que nos tendrá a tiro y nos hará sentir su poder letal.
Hubo quienes en un tiempo sin responsabilidades, en el que su quehacer se limitaba en segarles a otros la hierba bajo los pies, hicieron bandera de mantener el poder adquisitivo de las pensiones públicas. Lo convirtieron en promesa electoral, lo repitieron en cada mitin, llegaron a adoptarlo como el tinte de superioridad moral que los distinguía de sus adversarios. Frente a la decisión perentoria de congelarlas para cuadrar las cuentas públicas, adoptada por un gobierno regido por un optimista incorregible -que es la mejor manera de arrimarse al precipicio-, ellos prometieron la gestión responsable, madura y realista que ahorraría a los ancianos y ancianas tales sinsabores.
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Al final de la lectura de los artículo de ayer y de hoy, la conclusión podría ser que político es sinónimo de : incompetente, inepto …además de mediocres y vago.
No creo que sirva la expresión » tenemos los políticos que nos merecemos » los españoles nos merecemos algo más pero, por más que mires, no ves a nadie.
Como decías ayer nada .