Del Rif al Yebala Viaje al sueño y la pesadilla de Marruecos

  1. El resumen del editor

    Para Lorenzo Silva recorrer Marruecos es hacer realidad un sueño de infancia y, a la vez, adentrarse en el impresionante escenario de la aventura bélica de su abuelo, combatiente de a pie en la llamada guerra de África. A lo largo de ocho jornadas, y con la compañía de su hermano y un amigo, el escritor explora el interior del país para descubrir –y descubrirnos- la áspera región del Rif y la zona no menos agreste del Yebala, y de paso lugares como Melilla, Annual, Alhucemas, Xauen, Larache, Alcazarseguer, Tánger, Fez, la antigua ciudad romana de Volúbilis o Rabat. También el calor agobiante del verano africano -el mismo calor que sintieron los soldados que luchaban con su abuelo-, el color de la tierra roja, como de herrumbre, el sabor del té con hierbabuena, el sonido de la música andalusí o el silencio de los caminos pésimos y los mendigos inmóviles.

    El viaje desvela el Marruecos presente y lo anuda a la historia de la guerra pasada, que acude a estas páginas con la enfebrecida claridad del espejismo: combates reducidos a cacerías, el heroísmo inútil, el desdén de los gobernantes, el horror. Y frente a los españoles, sobresale Abd el-Krim, artífice de la resistencia rifeña, un hombre capaz de machacar al enemigo y de rendir al mismo tiempo honores militares al cadáver de su antiguo amigo el coronel Morales, antes de devolverlo en un ataúd de zinc a las autoridades españolas.

  2. Un apunte del autor

    Hay lugares en los que no hemos nacido que, por razones diversas, y a veces no del todo comprensibles, no nos son extraños. Eso es lo que me pasa a mí con Marruecos. Es una tierra a la que me unen vínculos familiares (uno de mis abuelos está enterrado en Rabat, el otro anduvo guerreando por tierras marroquíes desde 1920 hasta 1926) y desde que la pisé por primera vez, allá por 1969, ha ejercido sobre mí una extraña fascinación. Este libro, en parte un relato de viajes, y en parte una reflexión sobre el ayer y el hoy de la relación entre Marruecos y España, surgió casi por casualidad. En realidad, la razón inicial por la que viajé en 1997 a Marruecos fue para documentarme sobre el terreno mientras preparaba El nombre de los nuestros, cuya acción transcurre en tierras del Rif, en el nordeste del país. Ya que me desplazaba hasta esa región, me atrajo la idea de atravesarla de punta a punta, y ya que iba a estar cerca, me pareció una buena ocasión para recorrer otros lugares, especialmente la zona del Yebala, por donde había estado mi abuelo paterno durante la guerra. El Rif y el Yebala, que juntas forman la franja norte de Marruecos, son también las dos grandes regiones en que se dividía el antiguo Marruecos español. Mientras duró el viaje, fui tomando apuntes, casi sin poder evitarlo. También tenía muchas notas sobre la penosa aventura de España en el norte de África, sobre las peripecias bélicas de mi abuelo, sobre la historia de Marruecos en general… Juntando todo eso, el pasado y las impresiones tomadas de primera mano del Marruecos actual, salió este libro. Puede leerse como una simple narración, porque en el fondo no es más que la recopilación de las muchas historias marroquíes que me han ido saliendo al paso y que me han parecido interesantes y dignas de ser recordadas. Especialmente para quienes viven en mi país, cuyo destino difícilmente puede desligarse de las vicisitudes de nuestros vecinos de allende el Estrecho.

  3. La cal de la crítica...

    «Silva ha cumplido con creces el empeño de devolvernos una parte de nuestra historia no tan lejana. pero lo ha hecho desde la emoción y no desde la frialdad que suele distinguir a los historiadores (…) Silva revive la historia en su propio corazón y así nos la expone, y el libro se vuelve hacia el pasado y le pone voces a los hombres reales (Abd el-Krim, Silvestre, el Raisuni, Morales…) que en su pluma parecen estupendos personajes de ficción (…) Leer un libro en el que su autor ha puesto parte de su alma y sus emociones, nos devuelve el gusto por lo que no es artificio, sino vida.»

    Javier Reverte, ABC Cultural.

    Una presentación inolvidable

    Este libro fue presentado en Zaragoza por la escritora Magdalena Lasala (cuya lectura, ya que estamos, os recomiendo). Para la ocasión compuso un hermoso texto que además de gratificarme por su generosidad, me pareció una inmejorable guía de entrada a lo que en estas páginas quise escribir. Le pedí por ello a su autora permiso para reproducirlo aquí, y ella, gentilmente, me lo dio. Gracias, Magdalena.

    Leer la presentación

  4. ...y la arena

    De momento, el libro ha sido bastante bien recibido, la verdad. Puedo consignar en este apartado dos paletadas de cal y arena mezcladas:

    «En este sentido, el libro, como el viaje, se resiente un poco en la planificación. Quizá Casablanca sólo merezca un día, pero Marrakech y sus alrededores bien valen una semana. Pero no estamos ante una guía turística convencional, sino un libro de autor que, pese a algunas limitaciones, cumple con creces su triple objetivo: alumbrar episodios oscuros de la historia española, ofrecer una panorámica del Marruecos contemporáneo e invitarnos a recorrer unas tierras vecinas a las que seguimos dando la espalda.»

    Miguel Dalmau, La Vanguardia.

    «Lorenzo Silva acierta cuando acopia y administra los materiales documentales que trae en su memoria para dar vida al paisaje que recorre. Están muy bien contadas las historias, es amenísimo el relato, y fascinante. Y sin embargo, flaquea cuando relata sus propias experiencias de viajero, pues más parece un turista que tiende a contar con minuciosidad y obviedad todo lo que ve.»

    Javier Goñi, Babelia.

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