Blog

23 enero, 2024

La corrupción de los rebeldes

Tiene uno la sospecha de que las personas verdaderamente altruistas, es decir, aquellas que tienen como afán primordial el bienestar de otros, se aplican de tal modo a procurarlo que por lo general no les queda mucho tiempo para nada más. En particular, que les resulta difícil, por no decir imposible, compatibilizar ese empeño con el medro propio, singularmente con los esfuerzos de toda índole que exige alcanzar y ejercer cualquier clase de poder. Ante alguien que ha prosperado en cualquier organización, hasta auparse a los estrados desde los que se dirige la vida de otros, debemos suponer que una parte no despreciable de sus energías las ha invertido en autopromocionarse, y que es si acaso con el excedente con el que atiende a los demás. En casos extremos, el excedente es escaso, o nulo, y entonces pasa lo que pasa.

Dentro de los presuntos altruistas hay una subespecie que resulta especialmente influyente, por su capacidad para alterar el curso de los acontecimientos. Se trata de los rebeldes, los que se alzan contra un estado de cosas previo y consiguen arrastrar a otros a la lucha por la causa, ya se trate de la liberación de los oprimidos o de una patria irredenta. En este colectivo, a partir de su experiencia de primera mano durante sus años juveniles de militancia en la izquierda mexicana, se inspira el profesor Ciro Murayama para escribir su novela Infamia, que se presenta con este subtítulo: «El poder corrompe hasta a los rebeldes». Tras la lectura, uno se atrevería a decir que en los rebeldes que acreditan su capacidad de alcanzar el poder existe un riesgo añadido: el que se deriva de su determinación para vencer los obstáculos.

Infamia es una ficción, pero está inspirada en hechos que no tienen nada de ficticios. Como el desvío de fondos destinados a programas sociales, el apoderamiento de cantidades entregadas a cuenta por trabajadores humildes para adquirir viviendas o, el colmo, el ínfimo nivel de calcio y la contaminación por bacterias fecales de la leche suministrada a los desfavorecidos. Son hazañas que cabe apuntarles a los mismos que tiempo atrás clamaban contra los abusos del PRI, y que al llegar al poder se condujeron con la misma o mayor falta de escrúpulos. Nos invita el relato de Murayama, a través de su galería de personajes, a una reflexión perturbadora: a los rebeldes corruptos, como a los triunfadores, si uno sabe observarlos, se los conoce en la línea de salida. Antes, incluso, de que tengan la ocasión de corromperse.

Quien les otorgue el poder, no se llame luego a engaño.

(Publicado en diarios del Grupo Vocento el 16 de febrero de 2023).

Actualidad, La biblioteca del Nautilus
About Lorenzo Silva

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *